Esta mañana me he encontrado un extraño en mi casa.
Como leéis…en mitad del baño, un tipo que no me sonaba de nada. Sonriendo.
Eh…os digo que un tío que no conoces, que parece sonriente y feliz, en el baño, a las 6 de la mañana, acojona.
Acojona mogollón.
No os preocupéis, que estoy bien y todo en casa sigue como debe. No ha tocado nada que no haya debido…y no se ha llevado nada que no fuera a necesitar.
Lo más extraño es que me ha seguido hasta el curro. De hecho, se ha montado en el coche como si nada y para mi sorpresa, hasta trabaja en el mismo sitio que yo.
Tampoco nadie ha dicho nada en el curro. Quizá sea porque se parece a mí.
Se parece tanto que me asusta; porque ni el perro nota la diferencia. Es como si fuera yo.
Pero se que no soy yo…o al menos, no el mismo yo que era, por ejemplo, el Lunes.
Estoy pensando en que puede que no sea tan extraño. Ahora que me fijo, ya un poco más despierto, recuerdo haberle visto antes, hace mucho.
No, de hace mucho, nada…hace un copón.
¿Qué dices? ¿8 años? Si, puede que más o menos eso…gracias señor extraño.
Pasa un rato…empiezo a currar, en silencio. Me pongo a escribir esto.
Y ahora me acuerdo. Se quién es. O mejor dicho, quién soy.
Ya es normal que nadie se diera cuenta, que sólo yo le viera.
Voy a ponerme a hablar un rato con él…aunque se lo que voy a descubrir. Lo que no se es si tendré el valor de enfrentarme a ello.
We'll see.
