Es jodido para mi retomar mi blog con esto, pero alla va...
"Casi en el mismo instante del despegue, se asustó al sentir los extraños ruidos que empezó a hacer el avión. Se agarró al brazo de su pareja, y miró a su cuñada, que iba sentada en la fila de delante. Los tres iban a pasar una semana de vacaciones a las islas Canarias, para celebrar su cumpleaños, el próximo domingo.
El avión dio una brutal sacudida y escuchó un ruido horrible antes de salir despedida. Chocó contra el cauce seco de un río lleno de piedras y tierra reseca. Quedó aturdida, casi inconsciente durante un tiempo que no es capaz de recordar. De repente, una enorme explosión la despertó. Eran los tanques de combustible del avión, que acababan de convertirse en una gran bola de fuego.
Giró la cabeza en busca de su compañero y a su lado vio una persona con la ropa y la piel ennegrecidas. Le llamó por su nombre, convencida de que era él. Alargó el brazo para tocarle y se dio cuenta de que en aquella muñeca lucía un reloj que no le resultaba familiar. Un instante más tarde, ese cuerpo cayó a un lado y vio que estaba muerto. Palpó el rostro y descubrió que no era él.
Volvió a levantar la cabeza y miró a su alrededor. Vio varios cuerpos esparcidos sobre el terreno rojizo, rodeados de todo tipo de objetos humeantes. Muy cerca sentía el enorme calor que salía del fuselaje del avión, sobre el que se elevaba una gigantesca columna de humo y fuego. Cuando la dirección del viento cambió, un aire ardiente le hizo imposible respirar y la cegó. Se tumbó a un lado y levantó un brazo para protegerse, esperando a que la lengua de fuego amainara. Casi al instante se dio cuenta de que muchos de los que la rodeaban, entre ellos una niña de corta edad, lloraban y gritaban pidiendo ayuda. Médica del servicio de emergencias, trató de ponerse en pie y empezar a ayudar. Apenas logró levantarse un palmo sobre el suelo antes de caer. Tras dos o tres intentos, se dio cuenta que su fémur derecho estaba roto.
Al fondo empezaron a oírse las primeras ambulancias. Gritó otra vez el nombre de las dos personas que conocía dentro de ese avión. No obtuvo respuesta.
Cuando los médicos llegaron para atenderla, se produjo el encuentro más extraño que jamás hubieran imaginado ella y sus compañeros del servicio de emergencias. La primero mirada fue de extrañeza...como si ninguno de ellos tuviera que estar ahí, después brotaron las lágrimas.
[...]
Había sobrevivido a la catástrofe, pero no terminó ahi la angustia. Antes tuvieron que pasar horas sin saber nada de su pareja, que también sobrevivió. De su cuñada, en cambio, seguían sin saber nada. Ni los compañeros del servicio de emergencias la habían localizado." *
Este es un relato de una superviviente de lo ocurrido ayer en Madrid. No es inventado por mi sino que lo he sacado de uno de los muchos periódicos digitales que abren con la noticia y lo he modificado prudentemente para evitar dar nombre alguno y también adaptarlo un poco.
Desconozco el nivel de exageración o invención que se le haya podido dar, pues la prensa suele hacer esas cosas, pero mientras lo estaba leyendo me parecía más una "historia" de cualquier personaje de cualquier partida que algo real.
Pero por desgracia, la realidad siempre supera a la ficción.
Alrededor de 150 muertos y menos de 20 supervivientes...de los cuales, hasta donde se, no conocía a ninguno.
No voy a ponerme pesimista ni trágico. Es ley de vida, ni más ni menos, y desde aquí mi pésame al círculo cercano de todas esas personas; por si, en nada deseándolo, en alguno se encontrara alguien de aquí.
Y de paso, hacerles hoy un poco más protagonistas de lo que ya son; pero no en periódicos ni en noticias, sino en unos cuantos minutos de silencio que llevo desde hace mucho tiempo guardando cada mañana por la gente anónima que "sigue su camino".
Buen destino.
Juan Manuel Rama. (yo)
*El texto original desconozco si tiene alguna licencia de copia. Si el autor o protegonistas quieren que sea eliminado, pueden ponerse en contacto conmigo y atenderé su petición.
21.8.08
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